
La Bergamota es uno de los aceites más utilizados desde tiempos inmemorables por los perfumistas, quienes creían ya en el poder de esta esencia, basado en los cambios que se producía en el estado de ánimo tras percibir su aroma.
En la actualidad podemos encontrar diferentes artículos científicos en los que se demuestra que esa “mera” percepción es una realidad demostrable.
Uno de los experimentos (1) fue precisamente el que se median los niveles de cortisol en la saliva antes, a los 90 segundos y 10 minutos después de inhalar la esencia de Bergamota. Así pudieron detectar los cambios producidos de una forma directa y teniendo como única variación el aceite. Pudiendo demostrarse que la inhalación de esencia de bergamota reduce el nivel de cortisol y con éste el estrés.