Gestos mágicos
Cuando comencé mi práctica de yoga hace más de 20 años de la mano de Neelam Olalla, los mudras para mi eran gestos mágicos. Si, aquellas posturas con las manos que mi profesora expresaba en distintos momentos de la sesión y a mí me encantaba repetir sin saber muy bien por qué.
Unos me llevaban a sentirme como un mar en calma, con otros nacían lágrimas en mis ojos de emoción, otros me acercaban a un estado de conexión pleno con la vida, etc. Y así me fui sorprendiendo con cada uno de ellos al practicarlos.
Pasado el tiempo, tras años de formación en yoga y de integrar la práctica en mi vida, he comprendido que los mudras son gestos simbólicos que realizamos en las sesiones de yoga y meditación, buscando un objetivo concreto.
Generalmente se realizan con las manos, pero también puede ser con otras zonas corporales, como por ejemplo los ojos o la lengua.
Los mudras son gestos poderosos que unifican cuerpo y mente, enviando un mensaje concreto al Ser.
Existen mudras de concentración, de equilibrio interior, de reconexión con la tierra, con nuestra esencia, de protección, de armonización de chakras, de reducción del estrés, etc. Una gran variedad que apoyan nuestra sanación y bienestar.